En un pasado muy, muy remoto, los imprevisibles movimientos geológicos determinaron que, en lo más recónditas entrañas de una impenetrable cordillera, quedara atrapada una porción de humanidad y que, al encontrarse incomunicada, se mantuviera aferrada a sus ritos ancestrales. Digamos que se petrificó, acaso se redujera a conservarse latente en una burbuja atemporal tan reducida […]