«Las manos de Eliott eran imponentes, de palmas anchas y carnosas y dedos largos de huesos grandes. Eran unas manos fuertes, diseñadas para dar forma a las cosas, para construir y crear, unas manos que habrían podido servir para hacer joyas o herrar caballos y que resultaban perfectas para tocar el piano y acariciar a […]