Según Leibniz, el principio de razón suficiente no sólo rige el universo íntegro, y por tanto, el conocimiento y la ciencia, sino que también las acciones humanas se ven determinadas por razones suficientes específicamente existenciales, morales, políticas… Estamos determinados hasta tal punto, que acabamos pareciéndonos al topo de Kafka, preso de las preocupaciones y de […]