Tres lindos ratoncitos blancos encuentran tres frascos de pintura -roja, azul y amarilla- y se ponen a jugar. Saltan y bailan y descubren cosas divertidas como el verde, el anaranjado y el morado. Pero nunca se olvidan del gato… Estos ratoncitos con ingenio y sin proponerselo, descubren el maravilloso y util mundo del color.