Céline, durante esos años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, había sido arrestrado en Dinamarca, acusado de colaborar con el régimen de Vichy. En estas, sus cartas hoy recuperadas, que escribió durante esos dieciocho meses de prisión, se revelan los tiempos más sombríos de su existencia, también su infinito talento, su lirismo y su sarcasmo.