Los últimos alardes dadaístas del inteligente Duchamp quebraron la tradición artística en fragmentos. En adelante, la reconstrucción minuciosa y artesanal del entramado, el escenario y el público acordados para el arte iban a convertirse en una ardua, por refutable, tarea. Desplazado, el objeto artístico no era ya el actor principal, sino un tímido actor de […]